martes, 24 de mayo de 2011

Serpiente, Paloma y Espada: tres breves fuentes de El Rey de la Habana


“Eres serpiente paloma y espada. Eres el Rey” (p.217)

Serpiente: El Rey de la Habana de Pedro Juan Gutiérrez se inscribe dentro la joven tradición del Realismo Sucio, una forma narrativa que trabaja con descripciones poco detalladas y con un registro lingüístico propio de las clases más bajas (principalmente en voz de los personajes, pero a menudo también en la voz del narrador: en este caso, el narrador es en tercera persona pero la focalización en el protagonista es constante por lo que muchas  veces voces y palabras de este último se filtran en la narración); además, narra temas supuestamente bajos: droga, sexo explícito o delincuencia, por mencionar algunos. La novela de Gutiérrez incluye, sin duda, todo lo anterior, simbolizado en la “serpiente”, es decir, en lo más terreno, lo que se arrastra.

Paloma: Ligado a esto, tenemos que considerar que esta novela también recupera algunos elementos de la novela picaresca. En este sentido, una de las características básicas de estas novelas es la condición móvil del pícaro, esto es, un personaje que se puede mover en una amplia gama de oficios, encuentros, etc… De ahí la condición episódica de la picaresca, en la que el pícaro se va moviendo a través de episodios/fragmentos. El Rey de la Habana recupera esta característica, simbolizada en la movilidad de la paloma, pues muchos de los episodios en la vida de Rey son encuentros aislados y fragmentarios: la novela se va moviendo de suceso en suceso de forma muy similar a como típicamente lo hace la novela picaresca.

Espada: Finalmente, creo que podríamos considerar esta novela dentro de una tradición de narrativa urbana en Latinoamérica que incluiría, por ejemplo, a Roberto Arlt (e incluso, aunque quizá de una forma un poco más forzada, hasta un antecedente como Esteban Echeverría: el interesante motivo de la carnicería está presente en El Matadero, en El Juguete Rabioso y en El Rey de la Habana, por ejemplo). Muchas de estas novelas cumplirían con una función de denuncia al darle voz y protagonismo a sujetos de las clases más pobres y marginadas de las urbes latinoamericanas. Creo que los paralelos con esta tradición no son gratuitos y sería interesante verlos en más detalle. Con Arlt, por ejemplo, comparte no sólo la representación de personajes de las clases urbanas marginadas, sino también la clara aparición, en medio de una novela sobre la miseria, de episodios y personajes humorísticos, por no mencionar la evidente denuncia que ambos novelistas hacen de las condiciones de pobreza, insalubridad y poca educación de la mayor parte de sus respectivas sociedades. 

martes, 3 de mayo de 2011

Rastros del semestre: Lecturas interesantes

Se me ocurrió empezar a hacer una lista de las lecturas de cada semestre que me hayan parecido interesantes. Acá va la primera, pues:

1. Salman Rushdie, Midnight's Children: Nunca había leído a Rushdie; creo que empezar por esta novela fue lo apropiado. Me pareció una novela de mucha y divertida calidad.

2. China Miéville, Perdido Street Station: Una muy buena combinación de fantasía y ciencia ficción. Una de esas novelas que ponen de manifiesto lo patéticas que son las descalificaciones a estos géneros.

3. Kazuo Ishiguro, Never Let Me Go: Elegantísima.

4. Fredric Jameson, Archaeologies of the Future: The Desire Called Utopia and Other Science Fictions: Su brillantez característica, en un tema genial.

5. Alain Badiou, Segundo manifiesto por la filosofía: Furiosa y atrevida inteligencia.

6. G.V. Desani, All About H. Hatter: Una cosa extrañísima. Experimentalismo del bueno y un gran prólogo de Anthony Burgess.


(La imagen es de Red Earth and Pouring Rain de Vikram Chandra... ¡también me gustó!)