martes, 15 de junio de 2010

La novela: prototipos y niveles. I: el problema

En la cultura occidental actual, casi todos los que alguna vez han leído, han leído una novela. Es un género extremadamente popular y variado, todo público lector tiene una idea de lo que es una novela, lo sabe. Pero el problema viene cuando intentamos definir qué es una novela. La definición mas común es que es un relato de ficción escrito en prosa de más o menos larga extensión. Pues bien, cualquiera que haya leído suficientes novelas como para tener la curiosidad de saber lo que es sabrá que esta definición no basta: no todas las novelas son largas, para empezar, no todas están escritas en prosa pues las hay escritas en verso (Eugenio Oneguin de Pushkin, por ejemplo), y la distinción entre ficción y no ficción es sumamente problemática pues la línea donde se juega es demasiado delgada, además, existen novelas autobiográficas, entre otros tipos, en donde esta otra característica se vuelve inválida.
Además, la novela es un género rarísimo: dentro de una novela pueden haber otros géneros metidos (poemas, cartas, diarios, etc...), puede tratar de temas de lo más diverso, no existe una regla fija en cuanto al orden de la trama, ni en cuanto a la duración del relato. Y es que todo parece indicar que esa es la única característica fija de la novela: la apertura y la posibilidad; cuando haces un soneto no tienes muchas opciones, cuando haces una novela todo lo contrario.
Es por eso que me propuse trasladar un modelo lingüístico al mundo de la novela, sólo para ver qué pasa. El modelo es llamativo para esto justamente por que parte de la base de que las categorías lingüísticas y semánticas, como los géneros literarios, son categorías difusas, sin límites claros y fijos. No es que me proponga hacer una teoría de la novela sino un juego, una posibilidad de ver como la novela, como género literario, se resiste a una definición exacta y que abarque todas las novelas particulares pues no es ni tiene que ser, de entrada, un género con moldes fijos sino que justamente logra su característica genérica en la apertura formal, argumentativa y temática. A ver que pasa.

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